CADA FAMILIA QUE SE SEPARA, ES UN PEDAZO DE PAIS QUE SE DESTRUYE

" LA FORTALEZA DE UNA NACION DEPENDE DE LA ESTABILIDAD DE SUS FAMILIAS"

martes, 8 de febrero de 2011

MENTIRAS Y VERDADES DEL MATRIMONIO (5)

"CADA FAMILIA QUE SE SEPARA ES UN PEDAZO DE PAIS QUE SE DESTRUYE"


“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Como podemos ver, AMAR ES EL GRAN MANDAMIENTO. Jesús dijo que el que le ama es aquel que oye su palabra y la hace. No ama a Dios el que dice que le ama, sino aquel que le obedece. Ahora vamos a hablar del segundo que es amar al prójimo
De acuerdo a la definición de amor que vimos en la entrega anterior, es necesario preguntarnos si realmente amamos. También podemos definir el amor en términos de respetar, aceptar, valorar, servir, ayudar a los demás.
Si somos honestos y sinceros con nosotros mismos tenemos que reconocer que estamos muy lejos de amar como Dios quiere que amemos, ni a Él ni a nuestro prójimo, y menos al prójimo más difícil de amar; nuestro cónyuge. Suena duro decir que la persona más difícil de amar es nuestro esposo(a), pero es real… ¿por qué?, porque es la persona con la cual tenemos más conflictos, la que más nos critica, la que más nos exige, la que más nos muestra nuestros defectos, la que más nos enrostra nuestras debilidades. Es normal que haya conflictos producto de  la convivencia de 2 personas tan distintas. Aquí es donde es importante mirar este proceso con los ojos de Dios. Si lo miramos con los ojos humanos nos va a ser imposible entenderlo
Dios quiere que vivamos por convicciones y no por emociones y sentimientos.  El enamoramiento es un sentimiento, el amor es una convicción, un desarrollo espiritual, y aquí es el gran salto que debemos dar, del enamoramiento sentimiento, al amor decisión, del amor Eros, al amor Ágape. Tomar la decisión de amar a esa persona (mi cónyuge) con la cual ya no me entiendo, por la cual ya no siento nada bueno, porque el sentimiento se acabó, e inclusive los sentimientos que tengo son de rabia, rechazo,  pereza. Ya no siento amor ni deseos de estar con esa persona. ¿Suena raro esto, o es la realidad que se vive?. Me atrevo a decir que el gran porcentaje de parejas, por muy enamorados que nos hayamos casado, llegamos a estas situaciones, y ¿entonces, qué hacemos en este momento?. Es en este punto donde las parejas equivocadamente están tomando la decisión de separase, porque, humanamente hablando, no hay más soluciones. Si ya no nos entendemos, ni sentimos nada bueno el uno por el otro, si nos estamos fastidiando, si ese sentimiento tan hermoso que sentíamos, ya no está, entonces “démonos otra oportunidad”, “tenemos derecho a ser felices”. Estas son las frases que más se escuchan en esta etapa. Y todo esto porque realmente no conocemos la realidad de la vida y del matrimonio. Expectativas equivocadas producen conclusiones equivocadas y decisiones erradas. Un fracaso tremendo que se pudiera evitar, si se conoce la verdad y se hace el proceso adecuado. Continuaremos

1 comentario:

  1. es una buena reflexión, el amor se agota pienso que no se acaba y hay que quemar todas las etapas del matrimonio y los que llevamos muchos años de casados poder compartir las experiencias para darnos cuenta que si es posible restablecer un matrimonio para ayudar a otros

    ResponderEliminar